LIBRO. EDIPO EL NIÑO ADOPTADO

En la antigua Grecia se veneraba a una gran cantidad de dioses. Ellos vivían en un lugar encantador, más arriba de las nubes: el Olimpo. Desde las alturas, miraban la Tierra y jugaban con el destino de los hombres. Los dioses eran inmortales. En cuanto a los humanos, vivían permanentemente preocupados por su futuro, por el tiempo que les quedaba por vivir; iban a lugares sagrados a hacerles preguntas a los dioses, esperando obtener respuestas para las situaciones que los atormentaban.